Pasados melancólicos, presentes inadvertidos

Cuando era pequeña  paseaba por la dehesa extremeña de la mano de mi padre, algo más crecida me permitía acompañarle a caballo. Llenaba nuestras excursiones de historias , leyendas de pastores, dichos populares, refranes …

Con más melancolía que afán de informar me explicaba que los campos de España habían vivido un momento de tanto esplendor en sus bosques  que una ardilla podía atravesar el país sin pisar el suelo, simplemente saltando de árbol en árbol. Se refería a un pasado ancestral, ni tan siquiera suyo.

¡Suerte que en Extremadura tenemos esta maravilla de encinas (Quercus Ilex) y alcornoques (Quercus Suber) que decoran nuestra dehesa! Repetia con descarado orgullo.

He recordado esa historia al compartir tarde de piscina con un grupito de ardillas que corren divertidas y alcahuetas a mi alrededor.

En la zona de Florida donde resido actualmente hay una exuberante vegetación formada por la curiosa combinación de encinas y palmeras, entre otras especies. La mayoría de las zonas residenciales de Orlando cuentan con una población de ardillas, que se alimentan principalmente de las bellotas de las encinas. Afortunadamente no bajan al suelo a menos que se encaprichen en investigar en las zonas comunes como la piscina, las barbacoas, las fuentes ornamentales.

Observándolas en sus excursiones a la piscina reflexiono sobre cómo el  pasado ancestral de un entorno y un tiempo puede ser la más natural de las realidades en otro entorno y otro tiempo. En ese sentido el presente nos insinúa que las posibilidades en cuanto a la línea del tiempo son más amplias de lo que imaginamos. Esto mismo sucede en algunas empresas que melancólicamente ancladas en un pasado recordado como inmejorable se proyectan excesivamente en el futuro y eso les resta capacidad para identificar cuanto de positivo del pasado hay en su presente, tomarlo como capacidad o recurso y aplicarlo.

OBSERVAR PARA ENCONTRAR VALORES PROFESIONALES. Quizás los conceptos de pasado, presente y futuro no son tan lineales temporalmente como los marcamos, sino que dependiendo del contexto pueden repetirse aportando mucho valor a la experiencia presente.